El "miniblog" Twitter está a punto de convertirse en un fenómeno tecnocultural
"¿Qué estás haciendo?" Esta es la pregunta clave detrás de Twitter (gorjear, en inglés), quizá el servicio más nombrado del momento por estos lares.
Adictivo para unos, una pérdida de tiempo para otros, Twitter (www.twitter.com) es una manera sencilla y efectiva de lanzar a través del teléfono móvil o de la web mensajes cortos, de un máximo de 140 caracteres, para llegar a grandes audiencias.
Twitter se define como una "comunidad global de amigos y desconocidos que responden una simple pregunta: ¿qué estás haciendo?".
Las respuestas son de lo más variopinto.
Esta es una muestra recogida la pasada semana: "Me duele la nariz", señala la usuaria "Edubya"; "Estoy comprando un ordenador nuevo", dice Clay Woolam, de San Francisco; "Me gustaría estar fuera. Me doy cuenta de que si no estuviera tecleando tanto en Twitter, podría salir antes", escribe "Pixel", de Louisville (Kentucky).
Detrás de esta banalidad se esconde una herramienta que puede ser poderosa, como muestra el uso que le está dando el candidato demócrata a la presidencia de EEUU John Edwards, al que algunos llaman el "candidato electrónico" por la utilización que está haciendo de la red para ampliar su base de simpatizantes.
Sus seguidores pueden saber, gracias a Twitter, lo que hace el ex senador en todo momento.
Recientemente, por ejemplo, Edwards informaba (en twitter.com/johnedwards) de su batida por varios estados en un esfuerzo final de recogida de fondos para su campaña.
El servicio salió a la luz este verano, pero no alcanzó notoriedad hasta mediados de marzo, durante el festival multimedia South by Southwest, en Texas, cuando lo designaron la mejor herramienta "blog" y un aluvión de influyentes "bloggers" que asistían al encuentro y lo utilizaban para encontrarse en las fiestas hicieron que su fama se extendiese como la pólvora.
Entre ellos se encuentra Dan Fost, periodista y "blogger" del "San Francisco Chronicle", que asegura que el servicio creció en torno a un 20 por ciento en una semana.
Lo cierto es que en sus siete meses de vida ya supera los 100.000 usuarios y está a la cabeza en Technorati, la herramienta para buscar blogs que a menudo define lo más "in" del momento.
El "Financial Times" da en el clavo cuando asegura que Twitter ha alcanzado "el tipo de hipérbole que en este valle se dedica a su próxima estrella de internet".
Incluso los peces gordos han tomado nota de su éxito.
Jonathan Schwartz, presidente ejecutivo de Sun Mycrosystems, dijo hace unos días que Twitter es el último acierto en la generación YouTube.
Schwartz se refirió a Twitter como una aplicación "viral", esto es, con el potencial de alcanzar a audiencias masivas a través de la red y por el boca a boca, y llegó a compararlo con YouTube.
El ejecutivo recordó que el servicio para compartir vídeos online era simplemente "divertido" hasta que alguien pagó 1.650 millones de dólares por él, en referencia a Google y su estrepitosa decisión de adquirirlo el año pasado.
Twitter es obra de Obvious, una pequeña compañía de San Francisco fundada por Evan Williams, de 34 años, quien tiene en su haber la creación de Blogger, el software que permite construir bitácoras personales y que Google adquirió en 2003.
En cuanto al nombre, es idea de Biz Stone, de 33 años, que señala que "evoca pájaros, pequeños estallidos de información, algo trivial. Todo el mundo está piando, pasándolo bien, y sus teléfonos incluso gorjean".
Twitter podría ser víctima de su propia fama, ya que se ha hecho tan popular en tan poco tiempo que en ocasiones el servicio es muy lento o no funciona.
Y es que ha adquirido tal estatus que ya hay incluso terminología relacionada como "Twitterer", el usuario de Twitter, o "Twitterrhea", o sea diarrea de "Twitters".
Como señala la revista "Time" en su artículo titulado "Por qué todo el mundo está hablando sobre Twitter": "Es totalmente tonto y superficial, pero esto es precisamente por qué Twitter está camino de convertirse en la próxima aplicación estrella".
IBLNews
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