Los museos ´se mudan´ a la red
El hecho de que la revolución informática esté modificando nuestra realidad ha provocado que ahora sea posible conocer -desde cualquier lugar y a la hora que se desee- los objetos milenarios o contemporáneos que resguardan los museos del mundo. Y es que ante el incremento de los usuarios de internet en el planeta, cada vez son más los recintos que ofrecen sus servicios en la red a través de visitas virtuales.
Por ejemplo, desde una computadora en México se pueden visitar las salas del famoso Museo del Louvre, en París, al mismo tiempo que alguien en China podría admirar las impresionantes salas llenas de historia del Museo Nacional de Antropología, en la ciudad de México.
Según los especialistas, hoy en día las identidades de los jóvenes se están definiendo en parte por los libros que leen, pero también con los programas de televisión que miran y con los hipertextos multimedia por los que navegan cotidianamente. Es por eso que tanto los museos públicos como los universitarios y los privados están prestando más atención al llamado aprendizaje no formal.
Jorge Reynoso Pohlenz, actual jefe de investigación y exposiciones de la Coordinación Nacional de Artes Plásticas del INBA, considera que es importante que haya museos físicos y que se pongan exposiciones en ellos porque ver el objeto auténtico en muchos sentidos revela cosas que no hace la reproducción. Pero precisa que la forma en que se realizan las búsquedas dentro de la red permite cruzar datos donde uno puede tener informaciones colaterales muy amplias.
"Los museos virtuales están cobrando importancia en la medida en que los medios informáticos son cada vez más usados como fuente de consulta de información, tanto en la educación formal como en la informal. En los espacios virtuales se tiene todo lo que se puede obtener de información de los objetos y es mucho más fácil divulgar esos acervos; pero uno no tiene el objeto, y aquí hay una paradoja que es interesante y que se debe tomar en cuenta porque cada vez más se pierde la noción de verosimilitud de los objetos".
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), en México 20 de cada 100 hogares cuentan con una computadora y acceso a internet. De esos, casi 60% la utiliza para apoyo escolar y 30% para el entretenimiento. Las cifras a nivel internacional son muy diferentes, pues sólo en China hay 132 millones de usuarios de internet, lo que ha impulsado el crecimiento del comercio online, la publicidad, las industrias asociadas a juegos y a la cultura.
Ya desde el siglo XIX el poeta francés Alphonse de Lamartine declaraba que estaba hastiado de los museos, a los que calificaba de "cementerios de las artes". Desde entonces Francia inició con una revolución para renovar constantemente sus espacios museísticos y hacerlos más atractivos al público, una iniciativa que fue copiada en todo el mundo hasta llegar a ofrecer la información de todo un acervo a través de un museo virtual.
"En el caso de México todavía no es una herramienta tan usada como en otras partes del mundo, pero hay países como Canadá donde la comunicación a distancia es parte de la identidad cultural del país, y desde hace años la utilización de la herramienta informática para consultar museos es muy alta", explica Reynoso Pohlenz.
Pero crear la arquitectura de un museo virtual no es nada sencillo porque no se trata sólo de pegar imágenes y textos en una página web, ni de reproducir el recorrido real, se requiere de la participación de un grupo interdisciplinario de especialistas para que el sitio ofrezca un discurso de lo que se presenta. La ventaja del museo virtual es que a nivel de operación, la modificación de contenidos de una página o su actualización precisa menos recursos que la operación de un museo real.
"La disyuntiva está en si los contenidos de los museos tienen que cambiar para ser más atractivos o hay una misión particular del museo que no tiene que ver con la cantidad de público, que es una misión social, la cual obliga a presentar cosas, aunque esa programación no sea seductora para la mayoría del público.
"Es algo que se está planteando actualmente, sobre todo el sentido del financiamiento, cada vez más se reduce el financiamiento público hacia los museos y existe la expectativa de que las instituciones privadas, como en el modelo anglosajón, van a responder para mantener los museos, pero ¿a qué costo?", finaliza Reynoso Pohlenz.
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